domingo, 10 de octubre de 2010

2º dia



 Hoy es  mi segundo día sin fumar.
 Ya he llegado a la cuarentena de mi vida.
 Creo que cuando empezé a fumar tendría unos trece años. Compraba los cigarillos sueltos en el quiosco. Ahora ya no se puede hacer eso, no está permitido, y creo que es una de las cosas, que además de estar prohibida, se cumple. Yo no he vuelto a verlo. La cosa es que a la salida del colegio, volviendo por el camino "menos oficial", al que llamabamos atajo, pero por el que puede que hasta diéramos un rodeo, había un quiosco en el que mi hermana y yo nos juntabamos con la creme de la creme del colegio, digamos que con la excusa de hacer una paradita para "echar un pitín", o sea, fumar un cigarrillo. Comprábamos tabaco rubio, el Ducados que teníamos en casa al alcance de la mano era demasiado fuerte para nosotras.

 Ese fue el principio, el compartir ese algo medio prohibido a nuestra edad, pero nada mal visto por la sociedad en general en cuanto tenías unos añitos más. Porque de aquella el tabaco no es que fuera malo, ni nada de eso. Lo que decían es que si fumabas no crecías, así que supongo que una vez alcanzada cierta estatura ya no habría ningún problema.
 Por todos lados nos vendían la sensualidad, la adultez, la sofisticación y el glamour del tabaco y su humo. Se podía fumar en todos lados, sin ningún tipo de pudor. Incluso con los bebés en sitios cerrados.O las embarazadas. Nadie veía ningún problema en eso. ¡Cómo han cambiado las cosas!...y cuanto nos queda por cambiar todavía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario